MARÍA, EMPRENDEDORA
El ahorro transforma vidas
Región: Lima, Perú
Área: Ruta Económica
Región: Lima, Perú
Área: Ruta Económica
MARÍA, EMPRENDEDORA
Una historia de metas y sueños
En una pequeña comunidad, de nombre Virgen de la Candelaria, donde los desafíos abundan y el acceso al agua y al desagüe todavía es una promesa pendiente, vive María, quien tiene 45 años, madre de tres hijos y esposa dedicada.
Nos recibe en su hogar con una sonrisa contagiosa y una amabilidad, que hacen que uno se sienta bienvenido desde el primer momento. La calidez aumenta cuando nos sentamos a conversar y nos ofrece sus queques recién horneados, junto con otros postres típicos, todos preparados en casa por ella misma con dedicación y cariño.
María nos cuenta que no siempre fue la mujer decidida que es hoy. Confiesa que, años atrás, era tímida y prefería guardar silencio, durante las reuniones de la comunidad, siempre observando desde un extremo del lugar. Además, enfrentaba serias dificultades económicas: su familia dependía únicamente del sueldo de su pareja, el cual no era suficiente para cubrir todas sus necesidades.
Sin embargo, hace siete años, todo cambió cuando conoció a FH Perú. Ingresó al grupo de ahorro del actual proyecto Ruta Económica, donde aprendió sobre la importancia de los valores en el proceso de ahorro como son la transparencia, el buen liderazgo y la responsabilidad. También desarrolló habilidades sociales que antes no tenía y descubrió su capacidad para emprender, lo cual agradece.
“Antes era muy tímida, pero gracias a FH Perú, he aprendido a atreverme. Ahora no tengo miedo y nadie me detiene cuando hablo en las reuniones de mi grupo de ahorro”, afirma María con entusiasmo, quien hoy es líder, ejemplo y fuente de motivación para su comunidad y familia.
El camino al liderazgo
María se siente feliz y orgullosa de los cambios que ha experimentado tanto en su vida personal como en su comunidad. En el grupo de ahorro al que pertenece, su liderazgo es ampliamente valorado y reconocido por todas.
“Antes éramos solo 13, pero ahora el grupo de ahorro ha crecido y cuenta con 29 participantes de mi comunidad. Me han ratificado como tesorera durante cuatro años consecutivos, porque confían en mí, y eso me llena de alegría”, comenta con entusiasmo.
María también tiene grandes expectativas para el futuro del grupo: “Deseo que ellas pronto también asuman el liderazgo y continúen con las actividades para que juntas podamos transformar la realidad de más mujeres en mi comunidad. La unión hace la fuerza y el ahorro transforma vidas. Si yo pude aprender, es que es posible”.
Emprendimiento que crece
El apoyo de FH Perú no se detuvo allí. Gracias a los conocimientos impartidos sobre negocios y la entrega de un capital semilla en medio de la pandemia, María logró superar poco a poco las dificultades económicas que trajo el COVID-19 e inició su propio emprendimiento en el sector de postres.
Lo que comenzó con quequitos ahora se ha convertido en un negocio con una variada oferta de postres que deleitan a sus clientes, en su mayoría colegios y juguerías de la zona.
Así, con un «pruébalo primero», una sonrisa siempre presente y una puntualidad que sus clientes valoran, María ha logrado ganarse su confianza y fidelidad. Sus hijos al verla trabajar con mucho amor y ahínco no tardaron en sumarse al esfuerzo familiar.
“A mi hija mayor le encanta ayudar con los queques y la crema volteada, mientras que la menor se encarga de la mazamorra. Yo hago las compras, y cuando regreso, termino lo que ellas avanzaron. En poco tiempo, nos organizamos para hacer también la distribución nosotras mismas”, relata orgullosa.
María, entre risas, nos comenta que, gracias a los ahorros, fruto de su emprendimiento, ahora puede darse el gusto de disfrutar, de vez en cuando, un antojito con su familia, como un pollito a la brasa o una pizza. Sin embargo, lo que más valora es que estos ahorros, que realiza cada quincena o mes, le permiten apoyar la educación de sus hijos e invertir en mejorar las condiciones de su hogar.
Su mayor sueño es que su negocio continúe creciendo, que sus hijos, quienes son su motivación puedan continuar estudiando y que su comunidad, unida, logre acceso al agua potable y desagüe y otras oportunidades de desarrollo.
“No me puedo rendir; quiero salir adelante”, afirma con determinación, demostrando que con perseverancia, esfuerzo y voluntad, el cambio es posible.
“Antes éramos solo 13, pero ahora el grupo de ahorro ha crecido y cuenta con 29 participantes de mi comunidad. Me han ratificado como tesorera durante cuatro años consecutivos, porque confían en mí, y eso me llena de alegría” María - emprendedora