Elizabeth Vargas es una de las madres más soñadoras y entusiastas de la comunidad de Santa Ana, Huancavelica. A pesar de que su esposo es la principal fuente de ingresos en su hogar, ella no se conforma con ayudar en los quehaceres del hogar, sino que se las ha ingeniado para potenciar el criadero de gallinas que cuida con sus hijos.
Vargas supervisa cada día los huevos que producen las gallinas para alimentar a su familia e incluso ayuda a algunos vecinos, no obstante, los resultados no eran siempre los que esperaba. Uno de los grandes desafíos que tienen los habitantes de su centro poblado es que deben recorrer tramos largos para encontrar siquiera un transporte que los lleva a zonas comunes.
Ante esta problemática, Elizabeth tenía que construir un espacio adecuado para que sus animales no se vean perjudicados, por lo que usó parte de la calle para improvisar un criadero más grande. A pesar de esto, la producción de sus gallinas era igual, lo cual produjo confusión a Elizabeth al no saber qué más hacer para mejorar este asunto. Esto cambiaría una tarde en la que observó cómo un grupo de jóvenes empezaron a perifonear sobre talleres y charlas.
Se trataba de FH Perú, que por medio de sus facilitadores informó a la comunidad sobre los proyectos que venían desarrollando, lo cual motivó a Vargas a interesarse incluso en el proyecto de Cadena de valor de cuyes, aunque en ese momento no tenía esa especie en su hogar.
Dicho esto, optó por mejorar su conocimiento para criar gallinas, comenzando con el proceso sobre cómo alimentarlas, qué trato darles, cómo cuidarlas, qué necesitan para producir más huevos, hasta el punto de saber en qué momento ya no se puede seguir con una gallina o no.
Elizabeth añade que estos cambios le dan mucha alegría, que los problemas en cuanto a alimentos y bienestar en el hogar ahora los controla mejor. Asimismo, menciona que su comunidad es muy activa con FH y que le sorprende cómo ahora hay tantos involucrados en estos talleres.